Antes que cualquier cosa, Daniela es mamá de dos niñas preciosas. Estudió la licenciatura en Nutrición en la Universidad Iberoamericana y una maestría en Orientación psicológica. Como nutrióloga se ha enfocado en buscar ámbitos donde realmente pueda incidir en la vida de sus pacientes; cuando se embarazó se interesó por la relación estrecha entre fertilidad y nutrición y se dio cuenta que desde ahí podía hacer una gran diferencia. Sin embargo, actualmente hay pocas especialidades enfocadas en el tema, por lo que de forma autodidacta y a partir de talleres, congresos, diplomados y lecturas, logró consolidarse como la gran especialista que es.
A partir de la conexión entre fertilidad y nutrición, Daniela quiere ayudar a mejorar el potencial reproductivo de todxs sus pacientes. Una buena nutrición, por ejemplo, puede ayudar a tener un mejor balance hormonal y una ovulación de calidad. Además, lo que comes puede afectar al endometrio y al ambiente uterino. Pero la nutrición no solo afecta a la salud reproductiva de las mujeres; la alimentación también afecta la cantidad y la calidad de los espermatozoides. Comer mejor es algo que se puede hacer en pareja.
Previo a la realización de cualquier tratamiento es necesaria la valoración de un profesional de la salud.
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